Entrevista a Diego Boris

La UMI es la construcción de un camino en común para que la independencia artística no sea solo una experiencia individual tortuosa”


Diego Boris lidera el original grupo La tolva, que suele sorprender realizando shows en estaciones de tren, y es presidente de la Unión de Músicos Independientes (UMI), una asociación civil sin fines de lucro, que cuenta con más de 2760 asociados.
La UMI cobró notoriedad al ganarle un juicio al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que se vuelvan abrir los espacios que habían sido clausurados a raíz de la tragedia de Cromagnon, con el objetivo de que el arte pueda volver a trasmitirse con total libertad.

¿Cuál es la función de la UMI?
Nuestro objetivo es facilitar los mecanismos de producción, difusión y distribución de los músicos autogestionados para empezar a concretar nuestro lema: la libertad artística es un derecho. Ya tenemos afiliados más de 2 mil grupos de distintos géneros.

¿Cómo surgió la asociación?
Cuando yo empecé a tocar con La Tolva, se vivía un clima muy malo en la Argentina. Había muchas cosas que no me cerraban y mis canciones eran de protesta. Hoy comprendo que el simple hecho de ser independiente es una decisión política y que para modificar situaciones es necesario meterse en la burocracia y pelear desde adentro.

¿Qué beneficios conlleva pertenecer a la UMI?
A las bandas independientes el camino se les hace mucho más difícil y lleno de obstáculos, nosotros estamos para poder ayudarlos y trasmitirles nuestras vivencias. Les facilitamos los mecanismos de producción, distribución y difusión de sus obras artísticas sin caer en las manos de las empresas multinacionales. Ojalá hubiera existido una UMI cuando recién empezamos.

¿Qué significa para vos ser un artista independiente?
El ser independiente poder decidir por sí mismo y así generar una mejor obra, sin presiones. Hoy en día a las bandas se les hace muy difícil emprender sus trabajos, nosotros intentamos mostrarles un camino ya transitado, pero la elección final es 100% de ellos.

¿Qué significó lo que pasó en República Cromagnon para las bandas independientes?

La verdad que fue una tragedia que le podía pasar a cualquier banda y en cualquier lugar, acá nadie nos cuida. Cromagnon existe en todos lados, cuando subís al tren, cuando tomas un ascensor. Lamentablemente tenemos que pagar con vidas para que se cambien las reglas. En 2004 nosotros tocamos en Cromagnon varias veces, y a raíz de la tragedia, miles de bandas se quedaron sin posibilidad de trasmitir su arte. Por suerte después de pelearla y hacerle un juicio al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, conseguimos un fallo histórico a nuestro favor.

¿Qué fue básicamente lo que lograron con el fallo?

Se levantaron algunas de las prohibiciones que se habían impuesto a raíz de la tragedia. Muchos lugares que habían sido cerrados se volvieron a habilitar sin necesidad de presentar la programación anual, sin tener un máximo de cinco artistas, y sin fijar horarios de comienzo y finalización de un espectáculo. Pienso que es un fallo histórico porque va a obligar a reformular las normas de habilitación de la actividad de música en vivo.
El fallo permitirá la apertura de espectáculos para más de 2500 bandas, y significa un punto de equilibrio entre cuidar a la gente con las normas de seguridad que plantea el Estado y volver a abrir espacios de difusión de cultura.

LEONEL TUESO