lunes, 18 de mayo de 2009

34 años sin Troilo

¿De quién hablamos cuando decimos “Anibal ‘Pichuco’ Troilo”? Para comenzar, podría decirse que se trata de un gran compositor y un maestro en lo que al bandoneón concierne. Pero con el cumplimiento de un nuevo aniversario de su fallecimiento, y en una época en donde el tango quedó relegado por la llegada de nuevos ritmos, no está demás precisar sobre su obra y reivindicar este género que representa a la música originaria de nuestro país.

Inicios

Troilo conoció el tango a los 10 años. Por esos tiempos, era común sentarse en un bar con una buena milonga de fondo. Entonces, no resulta extraño entender cómo “Pichuco” fue rápidamente seducido por el sonido del bandoneón. Como consecuencia, su madre le regaló uno, cotizado en 140 pesos y financiado en 14 cuotas. Sin embargo, el deceso del comerciante que les había vendido el instrumento, provocó que los pagos sean interrumpidos en el cuarto mes. Curioso es que nadie haya reclamado nunca el monto adeudado y tampoco es menor mencionar que ese bandoneón fue el que lo acompañó en toda su carrera artística.





Vida y obra

Fue en 1925 cuando Troilo realizó su primer show ante un público. Con 11 años, tocó en un bar vecino al Abasto, en ese entonces multitudinario mercado frutihortícola. Más tarde, integró una orquesta de señoritas y a los 14 ya tenía la osadía de formar un quinteto.

No pasó mucho tiempo para que fuera invitado a formar parte del famoso sexteto conducido por el violinista Elvino Vardaro y el pianista Osvaldo Pugliese. Era la década de los ’30 y fue ahí donde conoció a su más grande influencia, Ciriaco Ortiz.





Antes de crear su propia orquesta, el 1 de julio de 1937, Troilo transitó por las de los siguientes artistas: Juan Pacho Maglio, Julio de Caro, Juan D'Arienzo, Ángel D'Agostino y Juan Carlos Cobián.

Paralelamente a su debut, conoció a su esposa Ida Calachi, muchacha de origen griego y empleada en un local nocturno. Un año después, su decisión de casarse coincide con el lanzamiento de su primer trabajo discográfico, que sería su único proyecto editado debido a los posteriores conflictos que tuvo con la empresa.

Finalmente, Aníbal Troilo falleció el 18 de mayo de 1975 en el Hospital Italiano, a causa de un derrame cerebral y de sucesivos paros cardíacos. Fue un asombroso melodista que supo plasmar en sus obras la combinación de sencillez con excelencia. Todavía hoy se pueden disfrutar de sus temas más conocidos tales como Sur, María o Quejas de Bandoneon.










Flavia Pereyra

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