Acompañados por un espectacular juego de luces y un sonido excelente, Oasis entró en escena a las 21 en punto (tal como estaba previsto) al ritmo de los samples distorsionados de Fuckin’ In the Bushes. Inmediatamente, comenzaron con Rock ‘n’ Roll Star, para luego seguir con Lyla y The shock of the Lightning. Previo al show central, se habían presentado Estelares, Mole y Los Tipitos como bandas teloneras.
Pero sin duda alguna, lo que hizo más especial a este recital, fue la actitud de Liam, voz y líder, para con el público: interactuó con la gente y hasta hizo algún que otro chiste. Por su parte, su hermano Noel confesó que estaba muy a gusto de presentarse una vez más en el Monumental, tal como lo había hecho en 1989 como roadie (técnico que se encarga de todos los aspectos del concierto) de Inspiral Carpets.
El punto más emotivo de la noche fue en la interpretación de Don’t Look Back in Anger, a cargo de Noel, quién logró una acertada versión acústica ovacionada por todo el estadio.
Tampoco pudieron faltar clásicos como Morning Glory, Champagne Supernova, Supersonic y Wonderwall. Tal vez la única falla con la lista de temas, fue la ausencia de Live Forever (pedida por el público), Don’t go Away, Go Let it Out y Little by Little.
Para el final del espectáculo, los ingleses optaron, como en cada una de sus visitas, por un cover. Al igual que en su primera presentación en el país, que tuvo lugar en 1998 en el Luna Park, eligieron I Am the Walrus, de The Beatles.
Flavia Pereyra
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